21 dic 2011

Mis películas de 2011


Aunque lo realmente revolucionario sería no hacer ninguna lista sobre el año que termina, me aburro bastante y he decidido elegir las diez películas que más me han gustado en 2011. El criterio de selección que he utilizado es el de las obras estrenadas en España desde el 1 de enero (bueno, sí, faltan unos días para acabar el año y he visto que se van a estrenar El Topo o Drive, pero bueno, ojalá tuviera que modificar esta entrada).

Advierto de que todavía no he podido ver La piel que habito, de Almodóvar, o El niño de la bicicleta, de los Dardenne, ambas muy aplaudidas por la crítica. Qué se le va a hacer.  

El árbol de la vida (Terrence Malick)
Película del año, película eterna. Terrence Malick decidió hacer lamejorpelidelahistoria y, más allá de la pretenciosidad, de un mensaje filosófico de garrafón y de un final discutible, le salió una maravilla. Sobre el origen, la fe. Sobre la vida. Inolvidable.  

Another year (Mike Leigh)
En mi opinión, si no hubiera irrumpido Malick, la película del año. Aterradora “comedia dramática” sobre el paso del tiempo y la llegada de la vejez. Sobre esa época en la que uno se da cuenta de que ya no puede esperar nada. Obra maestra de Mike Leigh.  

Animal kingdom (David Michod)
El thriller más potente de 2011. Desde Australia nos llegó a principio de año esta obra oscurísima, original y violenta. Un gran debut de David Michod.

Cisne negro (Darren Arronofsky)
Arronofsky dio una lección de ritmo, intensidad y dirección en un ejercicio de estilo magistral. Material didáctico imprescindible en escuelas de cine.

Midnight in Paris (Woody Allen)
Vomitona de romanticismo encantador y divertido por las calles de París. Quizás algo facilona y simple, pero maravillosa.

Copia certificada (Abbas Kiarostami)
Kiarostami se vistió de Rossellini y nos regaló un paseo por Italia de Juliette Binoche y una reflexión sobre las relaciones de pareja y el paso del tiempo. No hace falta decir nada más.

El origen del planeta de los simios (Rupert Wyatt)
La sorpresa del año. Llegó en verano de tapadillo, ocultada por la pretenciosa, vacía y prefabricada Super 8. Una película de aventuras notable. Una precuela dignísima del clásico.

The artist (Michael Hazanavicius)
Ejercicio de estilo suicida que ha triunfado en todo el mundo. Sólo por ello merece estar en la lista. Más allá de esto (que no es poco), es una obra notable, sencilla y agradable.

Melancholia (Lars Von Trier)
Algo irregular, pero de una fuerza avasalladora. Además, sólo con haberle puesto a un planeta Melancolía y abocarlo a ese fatal pero inevitable destino, ya tiene un sitio en este repaso del año.

La mitad de Óscar (Manuel Martín Cuenca)
La cuota española. Martín Cuenca ha hecho la película más triste y desesperada de 2011, respirando además cine por los cuatro costados.


Bueno, no ha sido el mejor año de la historia en cuanto a cantidad, pero un puñado de estos títulos son ya inolvidables. Se han quedado a punto de entrar en esta humilde e innecesaria lista la magnífica pero tramposa Incendies, la interesante Nader y Simim: una separación o el thriller de ciencia ficción indie del año Monsters. En el caso español (y a falta de ver la de Almodóvar), sólo ha sido aspirante la muy estimable No tengas miedo de Montxo Armendáriz.  

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